jueves, 16 de febrero de 2012

¡De Panzazo!

Así como en Estados Unidos surgio Waiting for Superman (Esperando a Superman) como necesidad latente de hacer una enunciación sobre el sistema educativo americano, en México el interés por el tema, y la gravedad del caso nacional, toca las pantallas nacionales.
El cineasta Juan Carlos Rulfo y el periodista Carlos Loret de Mola han realizado un documental llamado ¡De Panzazo!, una pieza en la que buscan retratar la realidad educativa en México visto desde los estudiantes, los maestros, los padres de familia y los personajes políticos involucrados.
Aún por estrenarse, esta cinta busca cuestionar a los tomadores de decisiones, la razón del rezago académico que sufre nuestro país. ¿Es una cuestión de calidad? ¿Es una cuestión de presupuesto? ¿Qué está sucediendo dentro de las aulas?
En la página oficial de la película, se describe muy bien el proyecto:
¿Qué es ¡De Panzazo!?
Es un largometraje documental que muestra la situación actual del sistema educativo mexicano y su importancia en el futuro del país.
Con entrevistas, estadísticas y vivencias de padres de familia, maestros y alumnos, la película lleva al espectador a conocer lo que sucede en los salones de clase, en la política, en las marchas de los maestros y en ese misterioso mundo que guarda la escuela después de que se cierra el portón todas las mañanas.
Por primera vez, observamos en la pantalla grande la vida escolar en realidades, zonas geográficas y contextos sociales distintos. Vamos del norte al sur del país, recorriendo el mapa nacional. Estamos en escuelas públicas y privadas de metrópolis, ciudades medias y zonas rurales.
En esa diversidad de espacios conocemos cómo es el aprendizaje de los alumnos, el sistema de enseñanza público y privado, las prácticas más comunes del magisterio, la intervención de los padres de familia, etc.
Los estudiantes de educación básica muestran al espectador sus sentimientos, inquietudes, su relación con la escuela y con sus maestros, sus amores, sus temores y la esperanza en el futuro. Además conocemos las experiencias de quienes abandonan los estudios.
Y es a través del periodista Carlos Loret de Mola que nos adentramos en las historias magisteriales y políticas que envuelven a la educación mexicana. Loret de mola va en busca de Elba Esther Gordillo y Alonso Lujambio para cuestionarlos y tratar de entender cómo observan el sistema educativo desde los escritorios oficiales.
El largometraje llama a ciudadanos, padres de familia y a la sociedad en general a involucrarse en la educación haciendo frente a la realidad que viven miles de niños y jóvenes en las aulas y fuera de ellas.
¿Es nuestra educación en verdad un drama? ¿Cómo podemos evitar un final trágico? ¿Quienes son los actores principales de la historia educativa mexicana? Comparte tus comentarios con nosotros.
Para saber más


Cortometraje ¡De Panzazo!

 

Trailer ¡De Panzazo! El drama de la educación en México

Martha Iveth Rivera Alanís Maestra Kinder en Entrevista con Televisa


México.- El documental “!De panzazo!”, del realizador Juan Carlos Rulfo, codirigido y narrado por Carlos Loret de Mola, que se estrenará el 24 de febrero en 200 salas del país, describe en una hora y media la situación de la educación en México.
Impulsado por la asociación civil Mexicanos Primero y el complejo cinematográfico Cinépolis”, entre otros, permite ver a Loret de Mola, quien se interna en las aulas de escuelas públicas y privadas, de educación primaria y secundaria.
Además, se colará hasta la oficina de Alonso Lujambio, secretario de Educación Pública, y de Elba Esther Gordillo, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) con el fin de encontrar explicaciones.
A su paso observará que los problemas no son pocos, lo habrá de índole sindical, burocrático, institucional y económico, entre otros.
Las imágenes, en cierto momento chuscas, en donde nadie sabe la cifra exacta de lo que él busca, indagaciones que para su sorpresa lo llevarán a un panorama de terror.
Durante la narración del documental, las cifras arrojan que de cada 100 niños que ingresan a la primaria, solamente 45 llegarán a la secundaria, 27 al bachillerato y 13 lograrán titularse y de estos sólo dos obtendrán posgrado.
En comparación con países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa uno de los lugares con menor número de años cursados en la escuela por habitante, el promedio de años de estudio del mexicano es de ocho y medio.
Mientras que en Estados Unidos y Canadá, promedian 13, el resultado deja al país muy mal parado en cuestión de competencias laborales.
Loret de Mola no cejará en su intento y llevará a cabo una cruzada para buscar respuestas a un problema estructural educativo, mediante entrevistas a especialistas de educación, padres de familia, maestros y especialmente niños y niñas afectados por las políticas educativas.
Hay momentos en que el reportero se enfrentará a elementos de seguridad que le impiden el ingreso a las instalaciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y las oficinas de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para hacer una sencilla pregunta: ¿Cuántos maestros hay en México?
El público suelta la carcajada cuando el policía en turno: “Déjeme ver si lo pueden recibir”, en plena entrada de la SEP. Luego, desde abajo en la recepción la encargada del conmutador lo comunica con una persona del área de Comunicación Social, quien no atina a responder. Minutos más tarde, un funcionario baja a recibirlo.
“!Hola! ¿Cómo estás?”. Le dice, para agregar: “Precisamente estamos en búsqueda de lo que nos pides”.
En el sindicato, la respuesta de un burócrata de menor grado será que todavía no conocen esos datos y la líder Elba Esther Gordillo se niega a revelar cuánto dinero entran a las arcas del sindicato por parte de las cuotas magisteriales. “No te lo puedo decir, por estrategia política”.
Se sabe que 35 millones de alumnos asisten a clases, es un gran esfuerzo que la sociedad hace para que se mejore la calidad educativa, los maestros y directores que se encuentran al frente de las escuelas hablan sobre los problemas que les aquejan.
Una profesora comenta, que antes, cuando los educandos salían en tres años de escuela normal, estaban bien preparados; ahora aún con licenciatura tienen muchos problemas, recuerda otro con nostalgia, “el ser maestro era honorable”.
Loret de Mola sentencia en el documental que los maestros se han convertido en una subclase mediocre que sólo buscan su bien.
Pero son los estudiantes quienes sufren todas estas carencias, la táctica de los realizadores fue realizar entrevistas y talleres de vídeo, donde se les dio a algunos estudiantes videocámaras para que grabaran lo que sucede cuando el maestro no se encuentra en el salón.
Los incipientes reporteros, encarnados por alumnos, grabaron los momentos de ocio, de cuando juegan carta en el salón debido a la ausencia de los profesores.
Se dan de golpes como una manera de matar el tiempo, y hasta tienen el tiempo para escribir canciones en alusión a su situación, otros hacen pintas de graffiti con faltas de ortografía y hay quienes se arriesgan a querer entrevistar a sus maestros acerca del ausentismo de los educadores.
En el documental, en que se discute su futuro, los jóvenes saben que se encuentran en desventaja ante un examen para entrar a la preparatoria.
Sin embargo, el caso más dramático es el de los adolescentes que estudian en telesecundaria en la montaña de Guerrero, una primaria multigrado de Yucatán, los niños guerrerenses estudian sin tener televisiones ni señal.
El filme muestra a los padres de familia que se preocupan por el futuro de sus hijos, en tanto, los pequeños yucatecos estudian con un maestro que cuenta con el apoyo de la comunidad, pero aún así es difícil tener buenos resultados.
En el estudio realizado por Mexicanos Primero, ni siquiera las escuelas privadas se salvan, en el documental se destruye el mito que éstas tienen mejor educación de acuerdo con datos de la prueba PISA, test aplicado en los países miembros de la OCDE, las escuelas públicas y privadas obtienen resultados similares.
Loret de Mola compara en la película el desarrollo educativo mexicano con el de Corea del Sur en los 70, cuando tenían parámetros parecidos, ahora el país asiático es líder en educación a nivel mundial, mientras que México se ha quedado rezagado.
Ellos logran que casi el 100 por ciento de sus estudiantes lleguen a la licenciatura, en tanto que en México, apenas el cuatro lo logra.
En entrevista que se incluye en el documental, el secretario de Educación, Alonso Lujambio, no pude dar respuesta a las preguntas del periodista, y el funcionario, insiste en que se trabaja para acabar con el rezago y la mala educación.
De esta manera, el documental en un tono de humor en ocasiones negro, motiva a la reflexión e invitará a los asistentes a las salas, a involucrarse en el proyecto “EMA”, que será una tarjeta que se da quienes asistan a las película, con el fin que exijan mejores condiciones para educarse.
Daniela Alatorre, la productora de “!De panzazo!”, comentó que se visitaron 40 escuelas en seis meses, de las que se seleccionaron 15 para la filmación que les llevó ocho meses, siempre con la autorización de los entrevistados y quienes salen en pantalla para explorar la situación.

19 de febrero de 2012
Este próximo viernes se estrena un documental ¡De panzazo! con la exhibición de 210 copias en salas de cine de las principales ciudades de todo el país. Un importante esfuerzo económico de las empresas que lo patrocinan (agrupadas en la asociación Mexicanos Primero), y que no responde a una lógica propiamente comercial —al menos no en el corto plazo—.
Ya antes, la tesis central que contiene el documental ha sido difundida en algunas presentaciones privadas, en una versión corta en una cadena de cines y a través de las redes sociales. Con poca sofisticación argumentativa, buena realización cinematográfica y una ausencia de método científico-social, la principal tesis del documental se reduce, simplemente, a que la responsabilidad de la “mala calidad” educativa en el país es de los maestros, su sindicato y su dirigente nacional, la maestra Elba Esther Gordillo.
Es una tesis que ni siquiera la OCDE, responsable de las pruebas PISA, sostiene, pero que para los realizadores del documental ¡De panzazo! es su leitmotiv. Por eso el guión es más político que pedagógico, y más ideológico que programático.
El documental es un llamado a la acción política, no una propuesta educativa. Por eso el actor principal, Carlos Loret de Mola, ha declarado: “no hemos tenido un presidente (de la república) con los suficientes pantalones como para ponerle un alto” a la líder del SNTE (Caras, febrero 2012). Sin embargo, si dejamos por ahora a un lado los prejuicios, estereotipos e intereses políticos de los productores del documental, debemos reconocer el impacto mediático positivo que tiene la exhibición. ¡De panzazo! contribuirá probablemente a elevar la conciencia sobre el estado que guarda la educación en México. Pero sólo eso.
Sólo eso, porque difícilmente podremos extraer lecciones útiles ¡De panzazo! para una política pública educativa. Sin embargo, el documental sí debería llevar a que se revise la gran cantidad de análisis serios sobre la educación de México que hoy día se hacen en el país y en el mundo (por parte de la propia OCDE, UNESCO, Banco Mundial, Fundación Bill y Melinda Gates, entre otros muchos organismos e instituciones). Y de este enorme y constante esfuerzo intelectual y académico, la conclusión que sí se puede extraer es muy distinta a la del documental ¡De panzazo!.
Si lo que se busca es una fórmula que explique una realidad muy compleja, es mejor en ese caso mirar el contexto más amplio en el que se inscribe la educación en México. Se tendría que considerar, para empezar, la historia de la política macroeconómica y la política social de los últimos 30 años, por lo menos. Pero sin ir tan lejos, ya la teoría y la práctica educativa mundial tienen en el término: “capital social”, un marco conceptual para hacer una evaluación más objetiva e integral de la educación (OCDE, Education Ministerial Meeting, Investing in Human and Social Capital: New Challenges, París, 4 y 5 de noviembre, 2010). El “capital social” es medible, es tangible y permite diseñar políticas públicas para elevar la calidad de la educación; es un esquema teórico mucho más sofisticado que las fórmulas que se utilizan sólo para descalificar a los maestros.
La escuela por sí sola es una institución limitada para modificar las condiciones socioeconómicas de un país; más bien, sus características particulares son el resultado, a su vez, de dicho contexto social y económico. Las políticas públicas exitosas en la educación (Eduardo Andere, Finlandia: el éxito en PISA) no están basadas en la simple transferencia de best practices al salón de clases y al trabajo de los maestros. Implican un compromiso social más amplio con las escuelas y la educación.
Por ello, para evaluar el estado de la educación en un momento dado, habría que estudiar las cantidades y tipo de gasto público, la inversión en infraestructura, tecnología y capital humano, así como la política de crecimiento y empleo que se han llevado a cabo en un periodo histórico largo en el país.
Si los patrocinadores del documental ¡De panzazo! quieren abrir una reflexión amplia sobre la educación en el país, habría que preguntarles: ¿qué están dispuestos a contribuir en un verdadero esfuerzo nacional por mejorar la calidad educativa? Porque si no se trata sólo de un afán personal de presionar a los maestros y denostar a su sindicato, entonces tendrían que abordar temas de política fiscal redistributiva, política social equitativa, y política de comunicación y entretenimiento. Sólo incluyendo estos aspectos más amplios en la discusión se puede hacer una revisión objetiva e integral del estado que guarda la educación en México.

www.educacionyculturaaz.com
Presidente de la Fundación SNTE y director de la Revista de Educación AZ.
19 de febrero de 2012
Este próximo viernes se estrena un documental ¡De panzazo! con la exhibición de 210 copias en salas de cine de las principales ciudades de todo el país. Un importante esfuerzo económico de las empresas que lo patrocinan (agrupadas en la asociación Mexicanos Primero), y que no responde a una lógica propiamente comercial —al menos no en el corto plazo—.
Ya antes, la tesis central que contiene el documental ha sido difundida en algunas presentaciones privadas, en una versión corta en una cadena de cines y a través de las redes sociales. Con poca sofisticación argumentativa, buena realización cinematográfica y una ausencia de método científico-social, la principal tesis del documental se reduce, simplemente, a que la responsabilidad de la “mala calidad” educativa en el país es de los maestros, su sindicato y su dirigente nacional, la maestra Elba Esther Gordillo.
Es una tesis que ni siquiera la OCDE, responsable de las pruebas PISA, sostiene, pero que para los realizadores del documental ¡De panzazo! es su leitmotiv. Por eso el guión es más político que pedagógico, y más ideológico que programático.
El documental es un llamado a la acción política, no una propuesta educativa. Por eso el actor principal, Carlos Loret de Mola, ha declarado: “no hemos tenido un presidente (de la república) con los suficientes pantalones como para ponerle un alto” a la líder del SNTE (Caras, febrero 2012). Sin embargo, si dejamos por ahora a un lado los prejuicios, estereotipos e intereses políticos de los productores del documental, debemos reconocer el impacto mediático positivo que tiene la exhibición. ¡De panzazo! contribuirá probablemente a elevar la conciencia sobre el estado que guarda la educación en México. Pero sólo eso.
Sólo eso, porque difícilmente podremos extraer lecciones útiles ¡De panzazo! para una política pública educativa. Sin embargo, el documental sí debería llevar a que se revise la gran cantidad de análisis serios sobre la educación de México que hoy día se hacen en el país y en el mundo (por parte de la propia OCDE, UNESCO, Banco Mundial, Fundación Bill y Melinda Gates, entre otros muchos organismos e instituciones). Y de este enorme y constante esfuerzo intelectual y académico, la conclusión que sí se puede extraer es muy distinta a la del documental ¡De panzazo!.
Si lo que se busca es una fórmula que explique una realidad muy compleja, es mejor en ese caso mirar el contexto más amplio en el que se inscribe la educación en México. Se tendría que considerar, para empezar, la historia de la política macroeconómica y la política social de los últimos 30 años, por lo menos. Pero sin ir tan lejos, ya la teoría y la práctica educativa mundial tienen en el término: “capital social”, un marco conceptual para hacer una evaluación más objetiva e integral de la educación (OCDE, Education Ministerial Meeting, Investing in Human and Social Capital: New Challenges, París, 4 y 5 de noviembre, 2010). El “capital social” es medible, es tangible y permite diseñar políticas públicas para elevar la calidad de la educación; es un esquema teórico mucho más sofisticado que las fórmulas que se utilizan sólo para descalificar a los maestros.
La escuela por sí sola es una institución limitada para modificar las condiciones socioeconómicas de un país; más bien, sus características particulares son el resultado, a su vez, de dicho contexto social y económico. Las políticas públicas exitosas en la educación (Eduardo Andere, Finlandia: el éxito en PISA) no están basadas en la simple transferencia de best practices al salón de clases y al trabajo de los maestros. Implican un compromiso social más amplio con las escuelas y la educación.
Por ello, para evaluar el estado de la educación en un momento dado, habría que estudiar las cantidades y tipo de gasto público, la inversión en infraestructura, tecnología y capital humano, así como la política de crecimiento y empleo que se han llevado a cabo en un periodo histórico largo en el país.
Si los patrocinadores del documental ¡De panzazo! quieren abrir una reflexión amplia sobre la educación en el país, habría que preguntarles: ¿qué están dispuestos a contribuir en un verdadero esfuerzo nacional por mejorar la calidad educativa? Porque si no se trata sólo de un afán personal de presionar a los maestros y denostar a su sindicato, entonces tendrían que abordar temas de política fiscal redistributiva, política social equitativa, y política de comunicación y entretenimiento. Sólo incluyendo estos aspectos más amplios en la discusión se puede hacer una revisión objetiva e integral del estado que guarda la educación en México..
 
A ver si ya nos importa la educación
Carta de un Maestro de Jalisco a Reportero de Artículo sobre la película "¡De Panzazo!"... Uds. qué opinan:

Buen día/tarde/noche:

Me atrevo a escribirle sólo para saludarle y a la vez externarle respetuosamente algunas apreciaciones sobre su artículo ¡De Panzazo!... Soy Maestro en Educación y laboro en escuela primaria pública, tengo años siguiendo a Carlos Loret en sus intervenciones televisivas y he analizado su material, considero que es un instrumento y su discurso es tendencioso. ¿Maestros reprobados? Quienes hicieron examen fueron aspirantes a una vacante docente en un examen por oposición, no fueron maestros en servicio (con plaza base), así que no incluya a quienes estamos en servicio sino a los que no están en servicio activo.

Siempre he juzgado el sistema de reclutar estudiantes con miras a ser profesionistas docentes, en las normales no son sometidos a exámenes vocacionales pues no es lo mismo ser inteligentes o cultos que tener la paciencia y verdadera vocación de servicio docente, de amor a los niños. Se han "fabricado" docentes a diestra y siniestra en normales y universidades sin valorar las condiciones aptitudinales que, a final de cuentas, es lo que hace resaltar la casta de un buen maestro.

La penosa educación en general de nuestro país no es la enfermedad, es un síntoma de lo mal que estamos enfocados en nuestras prioridades como sociedad. Hay una guardería en el pueblo donde trabajo donde se suponen asisten niños de madres que trabajan y sin embargo también asisten niños cuyas madres no tienen empleo, soy amas de casa que adoptan, comodinamente, una postura de "descansar de sus hijos" delegando en terceros las responsabilidades que sólo a ellos les compete.

Hay madres de familia que expresan "Ya voy a descansar" cuando su hijo va a ingresar al Jardín de Niños (preescolar)... ¡Son sus hijos, no nuestros! Cuando se les llama de la escuela por alguna travesura, no van y si asisten van "con la espada desenvainada"... se molestan. En la escuela los maestros no les enseñamos a maltratar, no les decimos que se golpeen entre ellos, tampoco se les incita a consumir drogas... sin embargo lo hacen. Los alumnos que tienen acceso a Internet se dedican a navegar por páginas web que dejan mucho de ser educativas... ¿Dónde aprenden eso?

Con nosotros sólo están algunas horas al día y el resto del día y fines de semana son responsabilidad de los padres y de la sociedad. Nosotros no les metemos ideas de que sean emos, punk, etc. son manifestaciones de ideas y complejos propios de la edad o por cuestiones emocionales carentes de cariño y comprensión. En una ocasión trabajé en la Sierra Madre Occidental de Jalisco (era una escuela unitaria, sólo había un maestro que hacía todas las funciones) donde tenía 16 alumnos y de ellos 11 habían sufrido algún tipo de abuso sexual incluyendo la violación, en una ocasión llevé a un niño de 5 años con un doctor pues tenía un desgarre anal y la madre ¡No hizo nada! sólo se limito a decirle al desgraciado que no lo volviera a hacer. En otra escuela había 26 "tienditas" de narcomenudeo en los alrededores de la escuela, los niños veían este ambiente y soñaban con hacer lo mismo. Los maestros hemos sido amenazados por padres de familia, hermanos mayores de algún alumno reprobado, nos han averiado nuestros vehículos "por vagancia", es común que nos rayen los carros y nos saquen el aire a las llantas. Nuestras autoridades (Directores y Supervisores) se dedican a molestar a los maestros para que halla mejores resultados instigando para que no se repruebe a nadie por que "afectaría la estadística", hay quienes fueron condicionados a un "acostón" para permanecer en el servicio... a veces es muy poco lo que se puede hacer cuando peligra la vida del docente cuando denuncia estos hechos.

Lo que refleja la película es una realidad que todos conocemos: estamos inmerso en un sistema corrompido hasta la madre. Nuestras instituciones están para llorar... Los que planean la construcción de carreteras que a los meses se vuelven intransitables, una policía pública que da miedo encontrárselos por temor a que te roben, programas educativos que no tienen continuidad ni seguimiento (apenas va entendiendo los enfoques cuando los cambian ¡Basta de experimentos! Hay material bibliográfico suficiente como para andar con jaladas).

Comprendo que hay gente que diseña los Libros de Texto Gratuitos y que son muy preparados, le invito a qué compare el contenido de los Libros del Alumno de Quinto y Sexto Grado de Educación Primaria de los tres últimos años (incluyendo este ciclo escolar) para que vea a lo que me refiero. Invitan al alumno a investigar en Internet temas y contenidos que están en los Libros cuyos vínculos ya no existen... ¿Cuántos alumnos a nivel nacional cuentan con dinero para pagar los costos de tener Internet? En mi zona escolar te los puedo contar con los dedos de la mano y me sobran dedos.

Los medios de comunicación influyen en la población que se ha dormido en sus laureles viendo telenovelas, Laura, Cosas de la Vida, La Rosa de Guadalupe, etc. Los mexicanos seguimos esperanzados a los milagros que nos resuelvan nuestra triste realidad, queremos sacarnos la lotería sin comprar el boleto. Tenemos leyes que no se aplican, instituciones deshonestas, franeleros en nuestras banquetas, limpiaparabrisas que amedrentan por una moneda, topes por que no hay quien respete los límites de velocidad, candidatos asesinados, las tropelías financieras de PEMEX, el enriquecimiento de autoridades católicas (culto guadalupano, por ej.), una "líder" sindical que TODOS los maestros queremos ver fuera pero que el Gobierno protege... En fin, Amigo mío... así están las cosas y le reitero que no es la Educación la causa de los males ese es un síntoma. Nosotros no hacemos los Planes y Programa de Estudio, muchos entran al servicio docente "por palancas" y no por tener vocación. En los Cursos de Actualización, cuando es la temporada, de 64 docentes incumplieron más de 40 quienes no recibieron la acreditación y una gran parte de ellos no estuvieron en escuelas normales (son veterinarios, lic. en turismo, etc.) sino que, siendo ya docentes tuvieron que tomar el curso para cubrir el perfil.

Un saludo y discúlpeme por el atrevimiento, de parte mía y de mi familia le deseo lo mejor, me pongo a sus órdenes si en algo le pudiese ser de utilidad.

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